jueves, 28 de abril de 2016

Fractura de femur distal

Las fracturas del fémur distal son poco frecuentes y graves, con una mortalidad importante en ancianos. La frecuencia se estima en un 0,4%. El contexto habitual es un traumatismo de alta energía en el paciente joven y un accidente doméstico en la persona mayor. La proporción por sexos se modifica, con un predominio femenino conforme la población afectada es de mayor edad. El mecanismo más habitual es un traumatismo indirecto sobre una rodilla en flexión. Con menos frecuencia, se trata de un traumatismo directo por aplastamiento o atropello. El desplazamiento es secundario a las tracciones musculares: acortamiento y extensión del fragmento distal. La anatomía del fémur distal explica los tres tipos de fracturas que se observan: supracondílea, unicondílea, supra e intercondílea. Teniendo en cuenta esta situación anatómica, únicamente el tratamiento quirúrgico permite una estabilización suficiente que se oponga a las fuerzas estáticas y dinámicas. Por lo tanto, el tratamiento ortopédico conservador debe ser excepcional, reservado para pacientes postrados en la cama y/o para fracturas nada o poco desplazadas en pacientes con una autonomía extremadamente reducida. Inicialmente se detallarán las vías de acceso y las colocaciones y, posteriormente, se describirán las técnicas quirúrgicas (clavo-placa, placa condílea, placa de bloqueo, enclavado), insistiendo en las características específicas de cada una de ellas. Se ofrecerá una visión general de la literatura reciente con el objetivo de comparar los resultados de diferentes técnicas radioclínicas


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