sábado, 30 de abril de 2016

luxacion de muñeca

Una luxación de muñeca es un desplazamiento completo de las superficies contiguas de los huesos que forman la articulación de la muñeca, afectando a ligamentos, tendones, músculos o nervios y produciendo en el paciente dolor e inflamación en la zona del dorso de la muñeca.

Las luxaciones de muñeca normalmente aparecen como consecuencia de un esguince producido por un movimiento brusco realizado con la muñeca como consecuencia de una caída. Por lo tanto, las causas principales de la aparición de esta lesión son:

- Traumatismos directos sobre los huesos que rodean la articulación de la muñeca
- Tracción muscular por movimientos bruscos e involuntarios
- De forma espontánea, por la debilidad ósea y articular consecuencia de algún tipo de enfermedad padecida por el afectado
- Por una causa congénita
- Por luxación recidivante, cuando persiste una ruptura de ligamentos porque la curación no ha sido la adecuada





luxación de codo



Corresponde a la luxación más frecuente después de la del hombro, y ello es especialmente cierto en los niños.

Anatómicamente es una articulación muy estable, no sólo por la configuración de sus superficies articulares que encajan muy estrechamente una con otra, sino que además se encuentran muy firmemente contenidas por una fuerte cápsula articular y poderosos ligamentos laterales; la articulación está cubierta en su cara anterior por el músculo braquial anterior, el nervio mediano y la arteria braquial, y por detrás y adentro por el nervio cubital. Cuando los segmentos proximales del cúbito y radio se luxan, es inevitable el desgarro completo de cápsula y ligamentos articulares, así como también de la masa del músculo braquial anterior. Todo ello acompañado de una hemorragia intensa que inunda todo el campo articular.

La cicatriz que ello lleva implícito, el hematoma profuso y el desgarro muscular, son circunstancias que explican las dos graves complicaciones que con mayor frecuencia se presentan en el futuro de estos enfermos: la rigidez articular y la miositis osificante. Aunque el compromiso arterial y neurológico sea poco frecuente, cuando ellos se producen, pueden llevar a resultados catastróficos.

Con frecuencia existe además fracturas de la apófisis coronoides, la cabeza del radio, el cóndilo humeral o el olecranón. Ellas no sólo implican un nuevo elemento de mal pronóstico, sino que además pueden constituirse en un importante impedimento en las maniobras de reducción.

El desplazamiento del cúbito y radio, generalmente juntos, puede ser lateral interno, externo o anterior, pero en la inmensa mayoría de los casos por razones de la anatomía articular y el mecanismo de producción del accidente, es el desplazamiento posterior el más frecuente.

Reduccion:

Anestesia general.
La anestesia local, infiltrando todo el macizo de la articulación con Novocaína, Dimecaína, etc., sólo procede en casos excepcionales, en luxaciones muy recientes, enfermos tranquilos y fuertemente sedados.
También en ocasiones excepcionales, procedería el uso de hipnóticos endovenosos (Dormonid).
Tracción suave pero mantenida en el eje del miembro superior; generalmente se requiere de una contra-tracción.
Manteniendo la tracción, se flecta con suavidad el antebrazo; en ese momento, cuando la reducción se ha conseguido, se siente y palpa un claro chasquido en el momento en que el olecranón se encaja en la cara articular del húmero.
Se comprueba si la reducción es estable. Si no se logra reducir la luxación o si ésta es inestable, las posibilidades son:
Desprendimiento de la epitróclea que se desplaza y se introduce entre las superficies articulares.
Fracturas de la cabeza del radio, del olecranón o de la epitróclea que se ha desplazado introduciéndose en el interior de la cavidad articular.

En toda circunstancia, aun con reducción estable, la radiografía post-reducción es obligatoria.

Comprobación de que hay indemnidad de la función motora y sensitiva de antebrazo y mano; control de buena función arterial.

Tratamiento:


Son las actitudes preventivas las que se imponen frente a esta grave complicación, considerando que muchas de las causales son propias de la luxación misma y por ello, son casi inevitables. Pero también hay causales determinadas por el procedimiento terapéutico mismo:
Reducción lo más precozmente posible de la luxación.
Manejo incruento de las maniobras de reducción.
Evitar movilizaciones activas, como método de recuperar la función perdida.
Favorecer la movilidad pasiva en forma oportuna y delicada.

Descubierto el cuadro de la miositis osificante, se deben extremar los cuidados de la recuperación funcional y el control del enfermo debe ser riguroso.

Los ejercicios activos deben continuarse hasta lograr la mejor recuperación posible. Ello puede significar 2 a 3 meses de paciente tratamiento.

Está contraindicada en este período la remoción quirúrgica del proceso osificante.

Aun cuando el mejor conocimiento de esta patología, así como de su tratamiento, han logrado disminuir en forma apreciable su incidencia, ningún enfermo puede considerarse libre de esta complicación; por ello el médico tratante actúa con inteligente prudencia, cuando informa al enfermo y a su familia, antes de la posible incidencia de la complicación y su evolución.

Transcurridos 6 a 12 meses de finalizado el tratamiento, si existen masas calcificadas u osificadas, ya constituidas, y éstas interfieren en el movimiento del codo, puede plantearse la resección quirúrgica.

La luxación del codo que presenta complicaciones como: irreductibilidad, fracturas de los extremos óseos, compromiso vascular o nervioso, miositis osificante, inestabilidad, debe ser derivado a un servicio de la especialidad.

Luxacion de cadera

Como en todas las luxaciones, la tentativa de reducción debe ser inmediata; en la medida que van transcurriendo las horas, las dificultades en la reducción se van haciendo mayores. La contractura muscular, que va siendo muy poderosa, se constituye en un obstáculo formidable para conseguir la reducción; transcurridos algunos días, la reducción ortopédica puede llegar a ser imposible.

Si las circunstancias son tales que no disponga de un estudio radiográfico, tiene dos posibilidades:
Evacuación inmediata del enfermo a un centro hospitalario idóneo.
Proceda a la reducción aun sin la confirmación radiográfica.El procedimiento de reducción suele ser difícil de realizar pero de todos modos debe ser intentado:
Anestesia general profunda con relajación muscular.
Enfermo acostado en el suelo, sobre una colchoneta o frazadas dobladas.
Un ayudante se carga con todo su peso, apoyándose sobre las espinas ilíacas, aplastando la pelvis contra el suelo.
El médico flecta la cadera luxada de modo que el muslo quede vertical; la rodilla flectada (90°) y el pie entre las rodillas del operador.
El médico coge con sus dos manos la cara posterior de la pierna, bajo el hueco poplíteo y con fuerza, sostenidamente y sin violencia, tracciona hacia el zenit.
La cabeza femoral, que está detrás del cótilo, asciende, se enfrenta al cótilo y bruscamente se introduce en su interior.
Compruebe que la reducción conseguida sea estable; empuje el muslo contra la cadera, en forma suave; si la articulación se luxa, significa que o no se redujo o es inestable. Repita la maniobra; compruebe que la luxación está reducida; si en esta circunstancia la articulación se vuelve a luxar, significa que es inestable, muy probablemente por fractura de la ceja cotiloídea posterior. Vuelva a reducir y obligadamente debe fijar la articulación con yeso pelpipédico con el miembro abducido o bien, debe emplear una tracción continua, transesquelética (6 a 8 kg de peso). Si la luxación es estable, puede quedar sin yeso ni tracción.
Tratamiento de la luxación de cadera:

Reposo absoluto en cama por no menos de 30 días.
Cadera inmóvil por dos a tres semanas; luego movilización activa.
Puede colocar bota corta en rotación interna moderada.
Hay autores que prefieren colocar un yeso pelvipédico por 30 días.
En ningún caso se permite la carga del peso en esa cadera antes de los 60 días.
La inmovilización con yeso pelvipédico es obligatoria por 60 días mínimo, si hay fractura del reborde cotiloídeo. En este caso la deambulación no está permitida hasta que haya signos radiográficos evidentes de consolidación de la fractura.
Si el fragmento cotiloídeo fracturado es muy grande o si está desplazado, debe ser reducido quirúrgicamente. En este caso el enfermo debe ser inmovilizado con yeso pelvipédico (luxación inestable) y enviado urgentemente a un servicio de traumatología.
Controle radiográficamente la reducción de la luxación y examine cuidadosamente la imagen para eliminar malas interpretaciones. Exija buenas radiografías en proyección anteroposterior, lateral y axial (Lauenstein), si ello es factible.

Luxacion de hombro

El hombro es la articulación que goza de más  movilidad, pero esto lo hace también la articulación más inestable. Cuando el húmero se sale de su lugar habitual en la cavidad glenoidea se dice que ha ocurrido una luxación del hombro.


  • Como ocurre una luxacion de hombro: Generalmente se trata de un hecho aparatoso, de un traumatismo de gran energía como una caída de altura o un accidente de moto, pero en las inestabilidades del hombro con un movimiento sencillo como estirar los brazos para bostezar puede ocurrir el evento.
  • Como se trata una luxacion de hombro: Se han descrito muchas técnicas, la más conocida fue descrita en  la Grecia antigua y se llama maniobra hipocrática. La que más utilizo es una modificación de esta maniobra en la cual se coloca una sábana o trapo fuerte en la axila para realizar tracción.
  • Cuanto tiempo tiene que estar inmovilizado la luxacion de hombro: Usualmente se coloca un inmovilizador de hombro por alrededor 3 semanas, luego del cual se debe iniciar la rehabilitación. En los pacientes mayores de 45 años es importante evitar una inmovilización prolongada por el riesgo que tienen de rigidez. El inmovilizador ideal debe mantener el antebrazo en cierta rotación externa, como se ve en la foto, no pegado al abdomen.

Como pueden ver hay les dejo la imagen de como explica la luxacion de hombro...

Fracturas de muñecas

El radio es el hueso más grande de los dos huesos del antebrazo. El extremo del lado de la muñeca se llama extremo distal. Una fractura distal del radio ocurre cuando se quiebra el área del radio cerca de la muñeca.
Las fracturas distales del radio son muy comunes. De hecho, el radio es el hueso que más se quiebra en el brazo

Descripción: 
Una fractura distal del radio casi siempre ocurre más o menos a 1 pulgada del extremo del hueso. Pero la fractura puede ocurrir de muchas maneras diferentes.
Una de las fracturas distales más comunes del radio es una fractura de Colles, en la que el fragmento quebrado del radio se inclina hacia arriba..


  • Fractura intra-articular. Una fractura que se extiende al interior de la articulación de la muñeca. ("Articular" significa relativo a la articulación)
  • Fractura extra-articular. Una fractura que no se extiende al interior de la articulación se llama una fractura extra-articular.
  • Fractura abierta. Cuando un hueso fracturado rompe la piel, se llama una fractura abierta (o expuesta). Estos tipos de fracturas requieren atención médica inmediata debido al riesgo de infección.
  • Fractura con-minuta. Cuando un hueso se quiebra en más de dos pedazos, se llama fractura con-minuta.
Es importante clasificar el tipo de fractura, porque algunas fracturas son más difíciles de tratar que otras. Por ejemplo, las fracturas intra-articulares, las fracturas abiertas, las fracturas con minutas y las fracturas con desplazamiento (cuando los pedazos del hueso quebrado no se alinean en una recta) son más difíciles de tratar